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Fundada para Sembrar el Interés del ser Humano por el Crecimiento Personal, En continua Transformación para Contribuir a la Consciencia Humana.

miércoles, 31 de agosto de 2011

El Dragón Invisible

La vergüenza es más que un desprestigio o una situación embarazosa. La vergüenza es un sentimiento interior de estar disminuido o de ser insuficiente como persona. Es el yo juzgando al yo. Un momento de vergüenza puede ser una humillación tan dolorosa o un desprecio tan profundo que uno siente que le han quitado a uno su dignidad o la han expuesto como, básicamente, inadecuado, malo o digno de rechazo. Ese penetrante sentido de la vergüenza es la premisa actuante de que uno es fundamentalmente malo, inadecuado, defectuoso, indigno o no completamente válido como ser humano.
Hay una gran diferencia entre culpa y vergüenza. La culpa es un sentimiento más maduro, aunque doloroso, de arrepentimiento que uno siento ante un comportamiento que ha violado un valor personal. La culpa no se refleja directamente en la identidad de uno ni disminuye su sentido de valor personal, Emana de una conciencia integrada y de un conjunto de valores. Es el reflejo de un yo evolucionado. Una persona que se siente culpable podría decir: "Me siento muy mal al hacer algo que viola mis valores". O también, "Me siento mal por las consecuencias de mi comportamiento". Al hacer esto, los valores de esta persona se reafirman. Existe ahí la posibilidad de reparación y el aprendizaje y el crecimiento. Mientras que la culpa es un sentimiento doloroso de arrepentimiento y responsabilidad por los actos de uno, LA VERGÜENZA ES UN SENTIMIENTO DOLOROSO SOBRE UNO COMO PERSONA. La posibilidad de reparación parece cerrada a la persona que siente vergüenza porque ésta es un asunto de identidad, no una infracción del comportamiento. Nada se aprende de ella y tampoco se desprende ningún crecimiento; simplemente confirma los sentimientos negativos de uno sobre uno mismo.
Para muchas personas la vergüenza existe pasivamente, sin tener un nombre. Sus orígenes están en el desarrollo de la identidad o en la premisa "quién soy yo". Las raíces de la vergüenza son un abuso, violaciones personales, seducciones y ataques en los que el sentimiento del yo ha sido pisoteado, en los que se han mancillado los límites de uno. Quizá lo que queda es sólo dolor. No hay palabras para describir la ausencia de una afirmación del yo. Las experiencias más comunes de la vergüenza usan palabras como "estúpido", "cobarde", "raro", "neurótico", etc.
Algunas características de la vergüenza son:
1. La mezcla de control y caos que se ve en el contraste entre su eficiencia pública y sus vidas privadas caóticas.
2. Los mensajes de descalificación y censura que se reflejan en los insultos y en el repetido fracaso en escuchar el significado de las comunicaciones del otro.
3. Las manifestaciones verbales y no verbales de vergüenza que se advierten en el desviar los ojos, bajar la cabeza, hundir los hombros, y sentirse como alguien que "no tiene remedio como persona".
4. La incapacidad para completar transacciones que se ve en su falta de resolución y en su resentimiento aparentemente infinito.

lunes, 22 de agosto de 2011

La Autoestima y la Psicoterapia

“Una de las tareas primordiales
de la psicoterapia es contribuir a
Construir la autoestima”

La psicoterapia tiene dos objetivos básicos. Unos es aliviar los sufrimientos. El otro es facilitar e incrementar el bienestar.
Por otra parte la psicoterapia aspira a reducir los miedos irracionales, las reacciones depresivas y los sentimientos problemáticos de toda índole. También, estimula el aprendizaje de aptitudes nuevas, de nuevas formas de concebir y considerar la vida, de mejores estrategias para enfrentarnos a nosotros mismos y a los demás, y una más amplio sentido de las propias posibilidades; es decir, fortalecer la autoestima.

Elevar la autoestima es algo más que eliminar los aspectos negativos, exige la consecución de aspectos positivos. Exige un mayor nivel de conciencia sobre nuestro funcionamiento personal. Exige una mayor responsabilidad de uno mismo e integridad. Exige la disposición de superar el miedo a afrontar los conflictos y las realidades desagradables y dolorosas. Exige aprender a afrontar a dominar en vez de retirarse y evitar.

Si alguien entra a terapia y al final del proceso no vive más conscientemente que al principio, el trabajo no habrá funcionado.
Durante el proceso terapéutico la aceptación de la persona por sí mismo crecerá y será mucho más responsable de su existencia.
En la terapia se crean medios cognitivos, conductuales y experienciales que fomentan la autoestima.

“Los Objetivos de la Psicoterapia”

Estimular un mayor nivel de consciencia en el cliente, para que este viva de forma más racional y con un mejor contacto con la realidad. Durante el proceso, el terapeuta brindará la oportunidad de eliminar los bloqueos de la consciencia.

Inspirar una mayor aceptación. El cliente logrará identificar y recuperar las partes de sí mismo bloqueadas, y enseñar la importancia de mantener una relación congruente con uno mismo.

Fortalecer la responsabilidad de uno mismo. El cliente se hará consciente de las recompensas que trae el vivir con autoresponsabilidad. Cada quien es responsable de sus elecciones, decisiones y de la satisfacción de sus deseos.

Estimular la autoafirmación y animar al cliente a afrontar y tratar los conflictos y desafíos amenazantes.

Apoyar el vivir con propósito. Ayudar a la articulación y aclaración de metas. Analizar planes de acción, estrategias y tácticas, así como la importancia de alcanzar los objetivos y vivir las recompensas de una vida proactiva y propositiva en vez de reactiva y pasiva.

Estimular la integridad personal; centrándose en la clarificación de valores, de las confusiones y conflictos morales internos, en la importancia de elegir unos valores que apoyen la vida y el bienestar, en el beneficio de vivir congruentemente con nuestras convicciones y en el dolor de la traición a uno mismo.

martes, 16 de agosto de 2011

Me doy Permiso

Me doy permiso para apartarme de personas que me traten con brusquedad, presiones o violencia. No acepto la brusquedad, ni mucho menos la violencia, venga de quien venga. Estas personas quedan desde este momento, fuera de mi vida.
Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco ser tratado de igual manera.
Soy un ser valioso. No necesito complacer a los demás para que permanezcan a mi lado. Aquellas personas que quieran estar a mi lado me valorarán, respetarán y aceptarán como soy. Así como yo lo hago con ellos.
No tengo que hacer lo que no quiero hacer, ni ser lo que no quiero ser.
Me doy permiso para no tolerar exigencias, no cargar con responsabilidades que corresponden a otros. Me doy permiso de ponerme límites y devolver a los demás lo que no es mío. Me doy permiso de no cargar mi espalda con lo que no es mío.
Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No soy perfecta, nadie lo es.
Me doy permiso a rechazar las ideas que me inculcaron en la infancia intentando que me amoldara a esquemas ajenos.
Asumo plenamente mi derecho a defenderme, a rechazar la hostilidad ajena poniendo límites con estas personas o situaciones, sin sentirme culpable.
Me permito ser yo, sin mascaras. Me afirmo con un ser humano valioso y digno. Me valoro, me acepto y me aprecio. Así como soy está bien y soy suficiente.
Y, me doy permiso de ser autentica conmigo misma. no soportaré presiones y convenciones sociales que no deseo. No me esforzaré más por complacer. Elijo vivir de acuerdo a mis necesidades.
ELIJO DEJAR DE SER VICTIMA. ELIJO SER RESPONSABLE DE MIS DECISIONES, MIS ACTOS Y SUS CONSECUENCIAS. ELIJO SER DUEÑO DE MI EXISTENCIA.

jueves, 4 de agosto de 2011

Mi declaración de Autoestima

Yo soy yo.
En todo el mundo no hay otro que sea igual a mí. Hay personas que tienen algunas partes semejantes a las mías, pero nadie es exactamente como yo. Por tanto todo lo que provenga de mí es auténticamente mío, porque yo así lo he decidido.
Soy dueño de todo lo que hay en mí: mi cuerpo; incluyendo todo lo que hace, mi mente; incluyendo todos sus pensamientos e ideas, mis ojos; incluyendo las imágenes que contemplan, mis sentimientos; cualquiera que sean: ira, alegría, frustración, desencanto, amor, emoción, mi boca; y todas las palabras que salgan de ella: amables, dulces o ásperas, correctas o incorrectas, mi voz; fuerte o suave, y todos mis actos; ya sean dirigidos a otros a o mí mismo.
Soy dueño de mis fantasías, esperanzas, sueños y temores.
Soy dueño de todos mis triunfos y éxitos, de todos mis fracasos y errores.
Como soy dueño de todo lo que hay en mí, puedo conocerme íntimamente. Al amar, puedo ser amistoso conmigo en todas mis partes. Así, puedo hacer posible que todo mi ser trabaje en beneficio de mis intereses.
Reconozco que hay aspectos en mí que me intrigan y, que hay otros aspectos que desconozco. Pero mientras sea amistoso y amoroso conmigo, puedo buscar con amor y esperanza todas las soluciones a estas interrogantes y los medios para descubrir más sobre mí.
Como quiera que parezca y suene, cualquier cosa que diga y haga, y cualquier cosa que piense y sienta en un momento determinado, seré yo. Esto es auténtico y representa lo que soy en ese momento.
Cuando más tarde analice cómo parecía o sonaba, lo que dije e hice, y cómo pensé y sentí, algunas partes podrían parecer inadecuadas. Puedo desechar aquello que no sea adecuado y conservar lo que si lo sea, e inventar algo nuevo para lo que haya descartado.
Puedo ver, escuchar, pensar, sentir y hacer. Tengo los medios para sobrevivir, para estar unido a los demás, para ser productivo y encontrar sentido y orden en el mundo de las personas y cosas que están fuera de mí.
Me pertenezco y, por tanto puedo construirme.
Yo soy yo y estoy bien.

Autoestima: La Fuente de Energía Personal

Supongamos que dentro de cada uno de nosotros existe un centro de poder que es el responsable de conservar la vida y está conectado con una fuente de poder universal.Cada centro tiene un generador que produce la energía para continuar la vida. Este centro recibe su combustible de nuestra respiración, la cual procede de una fuente central de energía. Sin respiración no hay vida.
El generador tiene muchas válvulas que controlan la frecuencia de energía de cada persona, su cantidad y las direcciones en las que será canalizada. Imaginemos también que las válvulas de control son el conocimiento y lo que sentimos por nosotros. Nuestras lenguaje y actividades corporales reflejan nuestros pensamientos y emociones. cuando nos amamos y apreciamos, nuestra energía crece; cuando utilizamos esta energía de forma positiva y armoniosa para conservar un sistema que funcione sin problemas en nuestro interior, la energía crea un fundamento firme a partir del cual el yo puede resolver de manera creativa, realista y compasiva todo aquello que nos presente la vida.
Otro modo de expresar lo anterior es: "Cuando me siento bien conmigo y me agrado, hay magníficas posibilidades de que pueda enfrentar la vida desde una postura de dignidad, sinceridad, fortaleza, amor y realidad." Tal es el estado de la autoestima elevada.
Por otra parte si una persona se desprecia, se siente limitada, disgustada o tiene alguna actitud negativa, la energía se vuelve difusa y fragmentada. El yo se debilita hasta convertirse en una víctima derrotada por la vida. "Si no me agrado, me devalúo y me castigo. Enfrento a la vida desde una postura de temor e impotencia, creo en un estado en el que me siento víctima y actúo en consecuencia. Me castigo ciegamente, y hago lo mismo con los demás. Soy a la vez sumiso y tiránico, responsabilizo a los demás por mis actos. " Tal estado psicológico hace que la persona, sienta que no cuenta, que perciba la constante amenaza del rechazo y carezca de la capacidad para conservar una perspectiva de sí misma, de los demás y de los acontecimientos. tal es el estado de autoestima baja.
Una persona que no sabe valorarse espera que los demás sean los responsables de asignarle un valor. Por ello se dan manipulaciones interminables que afectan a las dos partes.
A muchos puede parecer radical, o incluso destructiva, la idea de que los seres humanos necesitan amar y saber valorarse. Para algunas personas, amar al yo es egoísmo, y en consecuencia, un acto contra los demás, una guerra entre individuos.
Para evitar un enfrentamiento con otras personas, los individuos aprender a amar a los demás en vez de así mismos; esto conduce a la autodevaluación. Debido a esto podemos plantear la siguiente interrogante: SI UN INDIVIDUO NO SE AMA A SI MISMO ¿COMO PODRIA A MARA A ALGUIEN MAS?.....EL AUTOESTIMA Y EL EGOISMO NO SON LO MISMO.
El egoísmo es una forma de arrogancia que transmite el mensaje: "Soy mejor que tu." El amor de uno mismo es una declaración de valor, cuando sé valorarme, puedo amar a los otros concediéndoles un valor igual. Pero cuando me desagrado mi sentimientos hacia otros serán de envidia o temor.

Melancolía, Tristeza, Depresión

Uno de los estados de ánimo que por lo general la gente se esfuerza más en superar es la tristeza. Sin embargo, no toda la tristeza debería evitarse; la melancolía, como cualquier otro estado de ánimo, tiene sus beneficios. La tristeza que provoca una pérdida tiene ciertos efectos invariables: reducen nuestro interés por la diversión y el placer, fija la atención en lo que se ha perdido y renueva nuestra energía para comenzar nuevos proyectos. En resumen, refuerza una especie de retirada reflexiva de las actividades de la vida y nos deja en un estado suspendido para llorar la pérdida, reflexionar sobre su significado y, finalmente, continuar con nuestra vida.

El pesar es útil; la auténtica depresión no lo es. Cuando se está deprimido hay: odio por uno mismo, sensación de no valer nada, una inmensa tristeza que invade todo lo que se hace, miedo, y sobre todo, una sofocante ansiedad. En el aspecto intelectual hay: confusión, imposibilidad de concentración mental, fallos de memoria, pensamientos negativos y desoladores. También están los efectos físicos: insomnio, apatía, aturdimiento, fragilidad, inquietud, pérdida del placer.

En una depresión tan importante como esta, la vida queda paralizada; no surgen nuevos comienzos. Los síntomas mismos de la depresión indican que la vida está en un compás de espera. La persona no cuenta con los recursos internos para salir de este profundo abatimiento. Las estrategias a las que recurre con frecuencia pueden fracasar, y la persona puede llegar a sentirse peor que antes. Una de esas estrategias consiste sencillamente en quedarse solo, que suele ser algo atractivo cuando uno se siente deprimido; sin embargo, con gran frecuencia esto solo sirve para añadir una sensación de soledad y aislamiento.

En la depresión, la preocupación ocupa diversas formas, todas ellas enfocadas en algún aspecto de la depresión misma : lo cansado que nos sentimos, la poca energía o motivación que tenemos. Por lo general, ninguno de estos pensamiento va a acompañado de algo que pueda aliviar el problema. La idea más común es pensar que darle vueltas y vueltas a todos esto, es una manera de conocernos mejor, cuando en realidad lo único que se está haciendo es alimentar los pensamientos de tristeza.
En la terapia podría ser muy provechoso reflexionar profundamente en las causas de una depresión, esto conduce a una comprensión o acción que cambiará las condiciones que la provocan. Pero una inmersión pasiva en la tristeza simplemente la empeora.

LEVANTAR EL ANIMO

Sin duda el ejercicio es una de las tácticas más eficaces para levantar el ánimo, y en combinación con este hay otras cosas que se pueden hacer: conseguir un pequeño triunfo o éxito fácil. Por ejemplo; alguna tarea de la casa que llevaba tiempo postergando o alguna otra actividad que se quería resolver.
Uno del antídotos más potentes contra la depresión, s el recurso de ver las cosas de una manera diferente, que también se conoce como reestructuración cognitiva.
Es natural lamentarse por el final de una relación y estancarse en pensamientos autocompasivos o negativos, como creer que al terminar esta relación se quedara uno solo para siempre; y sin duda esto aumenta la sensación de desesperación. Lo que se puede hacer, es retroceder y pensar en los aspectos en los que la relación fallaba y aquellos en los que usted y su pareja disentían. N otras palabras, ver la pérdida de una forma diferente, bajo una luz más positiva.
Otro eficaz recurso contra la depresión es ayudar a otras personas con problemas. Ya que la depresión se alimenta por las preocupaciones y pensamientos obsesivos del yo, ayudar a los demás nos ayuda a superar esas preocupaciones porque actuamos solidariamente con personas que tienen sus propios problemas.