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Fundada para Sembrar el Interés del ser Humano por el Crecimiento Personal, En continua Transformación para Contribuir a la Consciencia Humana.

martes, 27 de septiembre de 2011

El Sufrimiento Personal de los Perfeccionistas

La búsqueda del perfeccionismo puede ser dolorosa, porque a menudo la dirige un deseo de hacer las cosas bien, y a la vez, el miedo a las consecuencias de no hacerlo.
La dificultad puede tener su origen en que se ha establecido metas demasiado altas e irrazonables para usted o para los demás.

¿Qué hay de malo en establecer estándares altos y trabajar duro? El problema no es ése. El perfeccionismo se vuelve problema cuando causa desgaste y desgarros emocionales o cuando nos impide triunfar y ser felices.
La destructividad del perfeccionismo es como una lucha sin fin en la cual cada tarea es vista como un reto y ningún esfuerzo es suficiente, a pesar de que la persona continúa desesperadamente tratando de evitar errores, de alcanzar la perfección y de lograr la aprobación de los demás.

Las consecuencias emocionales del perfeccionismo son el miedo a cometer errores, el estrés y el desgaste de sentir confianza y a la vez inseguridad.
Los perfeccionistas son mas sensibles a la depresión cuando ocurren sucesos estresantes, especialmente los que le producen el sentimiento de que no son suficientemente buenos.
Los efectos del perfeccionismo a veces se sienten en las relaciones con los demás. Los perfeccionistas pueden poner distancia entre ellos y los demás en forma involuntaria al exigir perfección, ser intolerantes con los errores ajenos o vanagloriarse de una conducta perfecta o de sus grandes logros. Aunque creen tener la razón en cuanto a lo que es bueno y malo, sufren el dolor de la soledad.

Los perfeccionistas son envidiados porque parecen tenerlo todo bajo control. A veces parecen perfectos. Internamente no se sienten así y no sienten que tengan control sobre sus vidas.

martes, 20 de septiembre de 2011

Perfeccionismo

Te identificas con Susana o Tomás?

Susana había trabajado frenéticamente durante el último mes tratando de que sus balances estuvieran en orden, de que el negocio funcionara y de preparar la reunión para fin de año para sus amigos y clientes. Algunos amigos que le habían ayudo en el negocio de diseño de interior se habían comprometido a llevar unos clientes potenciales. La casa de Susana es una muestra decaí talento como diseñadora, así que quiso hacer antes de la fiesta unos cambios en el comedor para impresionarlos. Logró que todo estuviera listo para la reunión y la velada parecía perfecta, hasta que su ayudante Carlos le preguntó si la Señora López y la Señora Sandoval, dos clientes importantes, habían llegado. La Señora López tenía una pequeña tienda de antigüedades en la ciudad y le había mandado a Susana muchos clientes en los dos últimos años. El Señor Sandoval era miembro de la Cámara de Comercio de la ciudad y estaba interesado en el negocio de Susana.
Susana sintió que le iba a explotar la cabeza cuando se dio cuenta de que había olvidado invitarlos a la fiesta.
"Oh, no, lo olvidé por completo. ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¿Qué voy a hacer? Sin duda se enterarán y supondrán que los omití intencionalmente. Que idiota soy. Ya puedo despedirme del negocio. Cuando se sepa, nadie me volverá a enviar clientes".
Susana, ¿No crees que estás exagerando un poco? Carlos trataba de animarla pero en el fondo de no haber sido él el autor del error. 
Durante el resto de la noche contuve el aliento esperando que otro cliente le preguntará por el Señor Sandoval o la Señora López. ¿Qué les diría? ¿Qué era una estúpida que olvidaba invite a un cliente antiguo que le mandaba varios negocios al año? Peor aún, ¿Qué iba a decir cuando la señora Lopez y el Señor Sandoval le reclamaran por su descortesía? Se le ocurrieron mil excusas, pero finalmente decidió evitarlos.

Susana proyecta su perfeccionismo hacia sí misma. Aunque eso puede ser útil para su trabajo, le hace daño cuando es demasiada dura consigo misma y no acepta sus errores. Como otras muchas personas, se preocupa de lo que loa demás piensen de ella. Sin embargo, en el caso de Susana, sus errores la llevan a la humillación, la angustia, las noches en vela y el retraimiento de lo demás. Le cuesta relajarse y perdonarse, porque en su interior, siente que está bien que otros comentan errores, pero no ella.

Tomás proyecta su perfeccionismo hacia los demás. Tiene una buena autopercepción, pero se siente desilusionado a menudo de los demás, porque según él, siempre le fallan. Trabaja en control de calidad, pero no puede desconectarse cuando deja la oficina. Cuando llego a su casa, Tomás vio que el garaje estaba aún tan desordenado como lo había dejado su hijo Pedro hacía dos días.
Entro y le dijo a su esposa en un tono molesto: "Le dije a Pedro que arreglara el desorden del garaje antes de que yo llegara a casa"
Su esposa lo defendió: "El también acaba de llegar".
"Dónde está? Espero que no esté hablando por teléfono." Tomás fue a la habitación de su hijo y lo encontró hablando con la novia por teléfono. Sintió como crecía su enfado. "Cuelga y ve a arreglar el desorden del garaje."
"Si Señor". Pedro colgó.
Tomás no puede comprender por qué su hijo no debe obedecer ordenes tan sencillas. Todos los días sucede algo, el chico no escucha, su esposa no se ocupa de las cosas a tiempo y la carga recae sobre él. Siempre hay una excusa. Esto es tan frustrante para Tomás que prefiere hacer él todas las cosas. Así no tiene que lidiar con la demora y excusas.
El tipo de perfeccionismo de Tomás le causa problemas en sus relaciones con los demás porque, cuando no cumplen con sus expectativas, se desilusiona. Aunque intenta señalarle a los demás "sus errores", causa tensiones y conflictos. Ha aprendido. No esperar nada de los demás, pero esta estrategia tampoco funciona.

Uno de los problemas comunes que enfrentan los dos tipos de perfeccionistas es tener expectativas demasiado elevadas o demasiado elevadas de alcanzar sin un desgaste excesivo.
Las relaciones con otras personas pueden ser motivo de estrés por que llevan a pensar a la persona que no son suficientemente buenos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Vergüenza Vs Respeto

"El sistema vinculado por la vergüenza y el sistema vinculado por el respeto"

Una familia vinculada por la vergüenza es un grupo de personas cuyos integrantes se sienten todos solos. Los individuos de la familia sienten la vergüenza como algo único y solitario; sin embargo, desde el punto de vista de la teoría sistemica, en realidad cada miembro tiene su versión propia de unicidad y soledad. La vergüenza que el Yo siente tan peculiar, es paradójicamente, un producto no del individuo y de su falta de méritos; sino del sistema completo.
La familia en la que las relaciones están atadas a la vergüenza tiende a exigir que las experiencias y las personas sean juzgadas con base en la bondad y la maldad. Dentro de esa familia los secretos son abundantes y las relaciones son frágiles.
El sistema familiar vinculado por la vergüenza es rigido en su forma y es muy resistente al cambio, aun cuando el cambio es un hecho natural de la vida. Cada persona està fijada en un estereotipo, y el rol que desempeña y sus relaciones con los otros miembros son inflexibles. El cambio le llega a la familia de diferentes formas, el nacimiento de un niño, el crecimiento de una niña que alcanza un nivel de madurez que le permite màs independencia, alguien que se enferma, etc. Cuando el cambio ejerce suficiente fuerza en un momento dado en un sistema rígido, este puede romperse o aislarse. El sistema vinculado por la vergüenza no tiene la capacidad para absorber tensión y mantener su integridad. 
Un sistema vinculado por el respeto tiene màs variedad y elasticidad a interpretar las experiencias vitales por que el flujo de lo que sucede se percibe màs con base en méritos propios que como un juicio hecho por otra persona. Las relaciones tienen sustancia y elasticidad en este sistema. Las personas se hablan abiertamente unas a otras màs que manipular sus relaciones con secretos, y son abiertamente vulnerables y dependientes o admiten necesitar de alguien, pero no sel juzga. Se llegan a conocer mucho entre ellos porque el dolor no se niega ni se juzga. Así, estas personas, están equipadas para acomodarse a los cambios que van llegando inevitable y continuamente. En estos sistemas las pérdidas no son menos dolorosas, los cambios no son menos enérgicos, pero tienen más capacidad para absorber más tensiones de cambio y retener su integridad.

Juan (por poner un nombre) es un niño que pertenece a una familia vinculada por la vergüenza. Un día, al ir caminando hacia su casa es ridiculizado y golpeado por un compañero de la escuela. Esta injusticia es una experiencia vergonzosa que puede sucederle a cualquier niño de cualquier familia. Pero el sistema familiar de Juan le ha enseñado a juzgaras a si mismo y a sus experiencias en base a una escala de bueno-malo. Siente que se le ha robado su dignidad y se siente malo. Y cuando llega a su casa no le cuenta a nadie lo que le ha sucedido. Su respuesta es disfuncional para su crecimiento, no porque sienta el dolor de haber sido tratado abusivamente, sino porque mantiene en secreto el incidente y sus sentimientos. Reverlsrlo seria revelar su vulnerabilidad y exponerlo a más juicios. En el secreto su vergüenza se hace más profunda porque no cuenta con el apoyo de su familia.

En contraste, David, cuyo sistema familiar es más respetuoso y abierto y fomenta la autoestima, tiene la misma experiencia y llega a su casa gritando que le acaba de pasar algo terrible. Reacciona con indignación ante el ataque con eso, simultáneamente, siente el beneficio de raciones que lo apoyan, y extiende y profundiza estas relaciones. David saca la vergüenza que siente, y madura en sus relaciones.