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Fundada para Sembrar el Interés del ser Humano por el Crecimiento Personal, En continua Transformación para Contribuir a la Consciencia Humana.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Disfrutar la Vida


La vida que se vive intensamente,
La vida que se vive dignamente
La vida que se vive plenamente,
….es la única vida que tiene sentido ser vivida.


Puede ser, como algunos dicen, que haya otras vidas después de ésta. Puede ser que vengamos de muchas vidas anteriores. Pero es indiscutible que este paso por el mundo, la única vida de la cual tenemos absoluta consciencia, es irrepetible.
Y entonces, vale la pena vivirla de verdad.
En el camino que transitamos hacia una vida auténtica, habrá momentos penosos y encontraremos miles de obstáculos. Pero si no me ánimo a sobrellevar esas penas y superar esos obstáculos, quizá me quede a mitad de camino.

Un hombre va caminando en dirección a una ciudad y se encuentra con un río. El neurótico mira el río, pone cara de fastidio, se sienta al costado del camino y se queja en voz alta:
Aquí no debería haber un río…
La ciudad debería estar de este lado…
Alguien debería haber construido un puente…
Aquí debería haber una barca…
El río no debería ser profundo..
Yo debería haber nacido del otro lado…
El río debería haber sido desviado…
Debería haber una soga gruesa de lado a lado…
Alguien debería cruzarme…
Nunca debería haber venido…
La vida de un neurótico consiste en quedarnos anclados en el lamento y la queja de que algo debería haber sucedido de manera diferente.

El camino de la felicidad comienza aceptando la verdad. . si vives pensando cómo deberían ser las cosas para poder disfrutarlas, entonces no hay conexión con lo real y sin ello no hay una verdadera vida.

SOLO PUEDO DISFRUTAR DE AQUELLO QUE PUEDO ACEPTAR TAL COMO ES.
La felicidad consiste en aceptar que los sucesos sucedan. Aceptar que las cosas son como son. No hay aceptación cuando sigo enojado con lo que sucede. No digo que deba gustarnos, hay una gran distancia entre aceptar y estar de acuerdo.
Aceptar significa darme cuenta de que algo es como es, dejar de pelearme con eso porque es así y, a partir de dejar de pelear. Decidir si quiero hacer cosas para que cambie.

Aprender a Aceptarse

Vivir con consciencia es respetar los hechos y la realidad, y la autoaceptación es la prueba definitiva de que vivimos en sintonía con el exterior y nuestro interior.

Cuando los hechos que debemos encarar tienen que ver con nosotros mismos, vivir con consciencia puede ser difícil.

La autoaceptación va mucho más allá de aprobar o desaprobar lo que somos. Se trata de simplemente aceptar.

Ahora bien, aceptarnos a nosotros mismos no significa carecer del afán de cambiar, mejorar o evolucionar. La realidad es que la autoaceptación es la condición previa al cambio. Si aceptamos lo que sentimos y lo que somos, en cualquier momento de nuestra existencia, podemos permitirnos percatarnos plenamente de la naturaleza de nuestras elecciones y acciones, y nuestro desarrollo no se bloquea.
Pongamos un ejercicio sencillo.

Párese frente a un espejo de cuerpo completo y mire su cara y su cuerpo. PRESTE ATENCIÓN A SUS EMOCIONES MIENTRAS REALIZA ESTE EJERCICIO.

Quizá algunas partes le gustarán más que otras. Probablemente le costará mirar más algunas partes de su cuerpo, porque lo disgustan. Tal vez vea en su rostro un dolor que no desea enfrentar; tal vez exista algún aspecto de su cuerpo que le desagrada tanto que le cueste mucho mantener sus ojos enfocados en él; tal vez vea señales de su edad y le molesten los pensamientos y emociones que le acompañan. Esto le provocará deseos de huir de la consciencia, querrá pensar en algo más que le ayude a evitar, a negar aquello que siente. Pero siga mirando su imagen en el espejo unos instantes más, y ahora dígase a usted mismo:
“Sean los que sean mis defectos e imperfecciones, me acepto a mi mismo por completo”. Siga mirándose, respire hondo y repita esta frase por unos minutos mas. No apresure el proceso. Permítase experimentar plenamente el significado de estas palabras. Probablemente vengan a su mente reclamos hacia usted, pensamientos como “hay partes de mí que no me gustan, ¿cómo puedo aceptarlas entonces?”

Recuerde: ACEPTAR NO significa necesariamente GUSTAR. Tampoco significa que no podamos IMAGINAR O DESEAR CAMBIOS O MEJORAS. Aceptar significa experimentar, sin negación ni evitación, que un hecho es un hecho.
Cuando nos rendimos ante este pensamiento de aceptación, si se entrega a esta aceptación comenzará a relajarse un poco, y tal vez se sienta un poco más cómodo con usted mismo, y más real.

Aunque no todo lo que ve en el espejo le guste, podrá decir: “Este soy yo en este momento, y no lo niego. Lo acepto.”
ESTO ES RESPETO POR LA REALIDAD, ES RESPETO POR USTED MISMO.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Miedo

El miedo es una valiosísima señal
que indica una desproporción entre la amenaza
a la que nos enfrentamos y los recursos con los que
contamos para resolverla.
Sin embargo, nuestra confusión la han convertido
en una emoción negativa que debe ser eliminada.


El miedo es la sensación de angustia que se produce ante la percepción de una amenaza.

En realidad no existe algo que sea una amenaza en sí misma, es decir, depende de los recursos con los que cada quien cuenta para enfrentar esa amenaza, que esta será desproporcionada o no. Por ejemplo, un mar con aguas turbulentas es una terrible amenaza para quien no sepa nadar, pero para un experto nadador dejará de serlo.

Con las emociones en general, pero particularmente con el miedo, es que vienen acompañadas de una segunda emoción. Solemos sentir miedo y a continuación experimentar vergüenza, humillación, rabia, impotencia, etc. esta segunda emoción es muy importante, pues ésta actuará atenuando o agravando el miedo original.

El miedo es una emoción universal, todos lo hemos sentido, sin embargo, el miedo aparece como una emoción indigna. Cuando se dice que alguien no hizo “alguna cosa” porque tuvo miedo, solemos hacerlo con un tono de descalificación hacia esa persona.

Lo que terminamos haciendo es reprimir y esconder nuestros miedos repitiéndonos una y otra vez: yo no tengo miedo, yo n siento miedo, no permitiré que el miedo….yo no soy cobarde, sólo los débiles sienten miedo, etc.” estas frases se graban en nosotros, las convertimos en creencias con las que vivimos y así enfrentamos la vida. Con la idea de que el problema es el miedo y hay que tratar por todos los medios de no sentirlo.

Pero es importante aclarar que el miedo no es el problema. El miedo está indicando que existe un problema, y con esto la posibilidad de resolverlo.

El miedo es como la luz que se enciende en el tablero de un auto que índica, por ejemplo, que se está acabando la gasolina. El problema no es la luz que se ha encendido, de hecho agradecemos la existencia de este foco pues así podemos resolver el problema de gasolina. Aprovechamos esta luz que se enciende, no la descalificamos, no la cuestionamos, acusamos o evitamos. Imaginemos que alguien dijera: estoy harta de esta luz y la apagara, sabemos cuales serán las consecuencias. Bueno, pues esto es lo que hacemos con el miedo a un nivel psicológico. ES NECESARIO APRENDER A APROVECHAR LA EMOCIÓN DEL MIEDO, del mismo modo que la luz roja del tablero de nuestro auto.

lunes, 14 de noviembre de 2011

“Enojo” ¿Qué puedo hacer con mi enojo?

Existen formas constructivas de controlar nuestro enojo.
Antes de enojarse:

Reconozca y permítase creer que el enojo es un sentimiento humano natural, saludable y bueno. Todos lo sentimos aunque no todos lo expresamos. No tenga temor de su enojo.

Recuerde que usted es responsable de sus propios sentimientos. Usted se enojo por lo que pasó, la otra persona no lo “hizo” enojar.

Recuerde que el enojo y la agresión no son lo mismo. El enojo puede expresarse asertivamente.

Conózcase a sí mismo. Reconozca las actitudes, los ambientes, los hechos y los comportamientos que originan su enojo.

No “se programe” para enojarse.

Aprenda a relajarse. Desarrolle habilidades de relajación y aplíquelas cuando vea venir su enojo

Desarrolle varias estrategias para manejar su enojo.

Desarrolle y practique métodos asertivos para EXPRESAR su enojo: no guarde resentimiento, exprese su enojo directamente, evite sarcasmos e insinuaciones, use un lenguaje expresivo y honesto, evite los insultos, la humillación, los ataques físicos, la hostilidad y la manipulación.

Desarrolle y practique métodos asertivos para RESOLVER su enojo. Asuma la responsabilidad de sus propios sentimientos y actitudes. Aprenda a escuchar sin defenderse. Tome consciencia de las actitudes e su parte que puedan haber iniciado su reacción violenta. Sea específico. Busque soluciones, no culpables.

Dedique algún tiempo a meditar el papel que la ira tiene en su vida.

Trabaje para lograr la resolución de sus problemas no por el triunfo.

Mantenga su espíritu tranquilo. Trate de arreglar sus problemas en el momento que surjan, no después de horas días y semanas de pensar en ellos. Sin embargo, si en ese momento su enojo es muy fuerte, tómese un tiempo para que baje la reacción emocional. Actuar impulsivamente puede traer muchos problemas.

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jueves, 10 de noviembre de 2011

Enojo

Usted no es una tetera

El popular concepto de “los sentimiento son como una tetera” es falso. Creemos que si expresamos nuestro enojo , éste se alejará e impedirá los problemas ocasionados por “tragarse todo”. La expresión del enojo es sólo el principio.

Lo que pasa es que recordamos situaciones que nos molestaron, lo cual puede hacer que experimentos nuevamente sentimientos de enojo. Sin embargo hay mucha diferencia entre una “tetera” de sentimientos en ebullición y un “banco de memoria” de experiencias almacenadas.



Controlar de un modo eficaz el enojo almacenado no significa golpear una almohada hasta quedar exhausto; significa buscar por uno mismo la solución del problema por medio de: la negociación, confrontación, perdón, actitud de cambio o terapia.


EL ALIVIO EMOCIONAL DEL ENOJO SE OBTIENE ÚNICAMENTE CUANDO SU EXPRESIÓN SE ACOMPAÑA DE ALGUNA SOLUCIÓN del problema que lo causó. Sacar nuestros sentimientos a flote, incluso de una manera asertiva, únicamente “prepara el escenario”. El paso importantísimo, que logra la diferencia, es resolver el conflicto con la persona o en nuestro interior.

La falta de acción o solución puede aumentar el enojo sin importar si éste se ha expresado o no. Así que, exprese su enojo, pero de seguimiento a esta acción asertiva con hechos que le ayuden a resolver el problema.

domingo, 6 de noviembre de 2011

"Enojo" No es una Mala Palabra

Un enojo que no tiene límite,
Provoca terror.
La amabilidad que no es apropiada,
Hace perder el respeto.
Así que, no seas tan severo con los demás
Que les infundas terror,
Ni seas tan suave que hagas que se
Aprovechen de ti.


Tendemos a confundir entre el sentimiento de enojo y los comportamientos agresivos, y esto hace que se haya creado una barrera a la expresión de la natural, saludable, universal y útil emoción que llamamos enojo.

Algunas personas dicen “yo nunca me enojo”. No lo creo, todos nos enojamos. Algunas personas han aprendido a controlar sus emociones y no muestran su enojo abiertamente. Expresar el enojo es saludable y podemos hacerlo de una manera constructiva. Las personas que desarrollan formas asertivas y no destructivas de controlar su enojo convierten la agresión en algo innecesario en sus vidas.


Solemos expresar nuestro enojo, frustración o desilusión por medio de métodos indirectos que lastiman a los demás.

El enojo es una influencia poderosa en nuestra capacidad de entender y expresar nuestros sentimientos, y en nuestra salud mental en general. Aún así, el enojo representa una de las emociones más difíciles de expresar. Muchos le temen a su propia ira, como la han enterrado por muchos años, les aterrorizan las posibles consecuencias si repentinamente la dejan salir.

“Prefiero sufrir en silencio que herir a alguien”, y sin embargo, mucho del dolor en las relaciones humanas, es ocasionado por las expresiones de enojo reprimidas. Ambas personas sufren; la que se encuentra enojada en silencio, y la otra persona continúa comportándose de un modo perturbador mientras se pregunta por qué se está deteriorando la relación.

lunes, 31 de octubre de 2011

Amor Sano….¡Sin Renunciar a lo que Soy!

Cada cual se tasa libremente en
Alto o bajo precio, y nadie vale sino
Lo que se hace valer, tásate pues
Como libre o como esclavo: esto depende de ti.


Probablemente muchos saltaran al leer esto: NO amamos con el corazón, amamos con el cerebro.
Intentemos por un momento cambiar la idea de que el amor es sólo sentimiento y pura emoción. El amor completo, el que incluye pasión, amistad y ternura, no llega de improviso, también existe la voluntad de amar o de no amar. No sólo el amor nos posee, también lo poseemos a él: nadie es víctima del amor sin su propio consentimiento.

La creencia del amor incondicional es altamente peligrosa; “hagas lo que hagas te amaré”. Esta idea va en contra de nuestra dignidad. Este tipo de amor promueve el sufrimiento, el desinterés por uno mismo y la renuncia al yo.
No hace falta más que escuches alguna de tus canciones favoritas de amor, y dime ¿qué clase de amor es el que describen ahí?.
El amor pasional y el arrebato es tan sólo una parte de la experiencia del amor. Hay mucho más.

El amor incondicional nunca espera nada a cambio, ¿En verdad no esperas nada de tu pareja?, si eres fiel, esperas fidelidad, si das ternura no esperas un golpe…..el mito del amor sin límites ha hecho que infinidad de personas establezcan relaciones dañinas e irracionales.

EL AMOR NECESITA LIMITES, ¿Quién dijo que hay que soportarlo todo?...si nunca te indignas con tu pareja, pueden estar pasando dos cosas: o vives en el autoengaño o estás viviendo con un santo o santa, lo cual es igualmente preocupante.

Reconocer que existen ciertos límites afectivos no implica necesariamente dejar de amar, sino aceptar la posibilidad de modificar la relación en un sentido positivo o simplemente alejarse y no estar en el lugar equivocado, aunque duela la decisión.

Para amar no debemos renunciar a lo que somos. Un amor maduro integra el amor por el otro con el amor propio, sin conflicto de intereses. Y “si amarte implica aniquilar mi autoestima, prefiero la compañía de la soledad”
Walter Riso

domingo, 16 de octubre de 2011

Perdonar es Sanar

Necesitamos decidir perdonar,
para ser libres de las heridas del alma.


El perdón no se trata de liberar de culpa a la persona que nos haya ofendido. El perdón es mucho más que eso: el perdón me libera de la amargura que dejó esa acción en mi corazón.
Cuando yo decido perdonar a alguien, puede ser que la otra persona no sienta arrepentimiento por la ofensa que me hizo. Sin embargo, mi intención al perdonar es que yo quede libre en mi interior, que yo tenga paz, que yo pueda vivir bien.



¿Cuántas veces has escuchado, o más importante aún, has dicho la frase: "yo perdono, pero no olvido"?. Tenemos la creencia de que para realmente perdonar hay que olvidar; si no olvidamos es por que no hemos perdonado de corazón, o “perdonamos” y en realidad seguimos atados a esa persona por el resentimiento.
El perdón no implica nunca que olvidemos todo, el perdón no produce amnesia, no es indispensable que olvidemos para perdonar, puedo perdonar y estar consciente del daño que se me hizo, pero he decidido que ya no me va a afectar más en mi vida.



Cuando decidimos perdonar,
tomamos la decisión de ya no traer al presente
las cosas pasadas.



Es importante recordar que también nosotros hemos lastimado a mucha gente, con intención ó sin ella, hemos herido profundamente el alma de nuestros seres queridos; hay que pedirles perdón. Las situaciones que recordamos en las que estamos conscientes que los hemos ofendido, necesitamos anotarlas, y debemos decirles: "perdóname".



El perdón
es un mecanismo
para que nuestro corazón sane de las heridas,
para que nuestra alma brille,
para que nuestra vida vaya en aumento,
para que usted y yo
podamos desarrollar este potencial que poseemos
y que nadie nos puede quitar nunca.